Evaluación suplementaria desde la perspectiva de Gradido
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Evaluación suplementaria desde la perspectiva de Gradido
Proyectos piloto en ciudades alemanas
Alemania desde la perspectiva de Gradido: Impulsos para un futuro vibrante para las personas, la comunidad y la naturaleza
Alemania se encuentra al principio de un nuevo capítulo. Los retos actuales -desde la desigualdad social y el estancamiento económico hasta la escasez de personal cualificado y el déficit educativo, pasando por la crisis climática y la pérdida de confianza en las estructuras conocidas- hacen palpable el deseo de soluciones nuevas. Es precisamente aquí donde los principios de Gradido despliegan todo su potencial:
Reforzar una cultura de gratitud y comunidad
La rica tradición de clubes y voluntariado lo demuestra: La voluntad de muchas personas de implicarse por los demás y por el bien común es enorme. Gradido puede hacer que esta iniciativa sea visible, tangible y gratificante en una nueva apreciación, independientemente del estatus o el origen. Gradido recompensaría especialmente el trabajo asistencial, el voluntariado y la ayuda al prójimo como actividades socialmente significativas.
Crear oportunidades de participación y dignidad
En un país donde la riqueza y las oportunidades están muy desigualmente distribuidas, Gradido se basa en un principio que no excluye a nadie: Todo el mundo puede crear valor para la comunidad mediante contribuciones creativas, sociales o ecológicas y, a cambio, recibe la seguridad de una renta básica y contributiva. Esto aumenta la participación real y la autoestima de las personas.
Innovación, simplificación y pragmatismo
Las trabas burocráticas que dificultan la vida de muchas empresas e iniciativas demuestran que se necesitan vías nuevas, más sencillas y transparentes. Gradido apuesta por los procesos lean, la participación y la digitalización para aunar recursos allí donde sirven a la vida y al bien común. Esto reduce la complejidad y abre espacio a la creatividad.
Construir puentes entre la ciudad y el campo, Oriente y Occidente
La estructura federal de Alemania y las diferencias regionales brindan la oportunidad de poner a prueba Gradido en regiones modelo: por ejemplo, en pequeñas y medianas ciudades comprometidas, en zonas rurales estructuralmente débiles o en animados proyectos de barrio. Así tendemos puentes entre el Este y el Oeste, entre zonas urbanas y rurales, entre generaciones y culturas.
Repensar la justicia educativa y relacional
Gradido también ofrece formas completamente nuevas de reconocer a los niños y jóvenes y desarrollar su potencial: Los que se implican -ya sea en el aprendizaje, en los proyectos o en el trabajo conjunto- reciben reconocimiento y apoyo. Esto refuerza la motivación, la igualdad de oportunidades y la alegría de crear cosas juntos.
Fomento de la agricultura sostenible y los ciclos regionales
El creciente aprecio por la agricultura ecológica, la agricultura apoyada por la comunidad y la comercialización regional puede seguir creciendo con Gradido: quienes protegen el suelo, fomentan la biodiversidad y abastecen a la comunidad son apreciados de muchas maneras, también económicamente.
Vivir la responsabilidad global localmente
La autoimagen de Alemania como parte de una comunidad global y su fuerte arraigo en la sociedad civil encajan en Gradido como una llave en una cerradura. Juntos pueden aplicarse soluciones innovadoras que promuevan tanto el cambio social como el ecológico, y que además sirvan de inspiración a nivel mundial en un diálogo basado en la colaboración.
Conclusión:
Alemania tiene todas las bases para convertirse en pionera de una "economía de la vida": Desde una cultura del voluntariado y la cooperación hasta el deseo de una auténtica participación y la apertura a la innovación. El anhelo de sentido, propósito y cohesión es cada vez mayor. Gradido puede abordar precisamente este anhelo y hacerlo realidad paso a paso.