Evaluación suplementaria desde la perspectiva de Gradido
Grecia como país pionero en gradido y nuevos ciclos económicos
Grecia se encuentra en un punto de inflexión importante, caracterizado por la incertidumbre económica y los retos sociales, pero también por una cultura de la solidaridad profundamente arraigada y una asombrosa voluntad de innovar, especialmente en tiempos de crisis. Desde la perspectiva de Gradido -un modelo económico y de vida basado en el bien común, la sostenibilidad y el pensamiento circular natural- es precisamente esta mezcla la que alberga oportunidades imprevistas:
La solidaridad como terreno fértil
La sociedad griega vive la solidaridad desde hace siglos: la familia, la vecindad y la acción comunitaria son las piedras angulares de la convivencia. Gradido se centra precisamente en estos valores: recompensa las contribuciones altruistas al bien común, así como las iniciativas sociales o ecológicas. En particular, el trabajo asistencial, el voluntariado y la ayuda vecinal -a menudo invisibles y poco reconocidos- se harían visibles y reconocibles gracias al sistema Gradido. De este modo, la solidaridad local puede convertirse en un valor añadido para el conjunto de la sociedad.
Potencial de desarrollo sostenible y participación más justa
Las enormes disparidades de ingresos, el elevado desempleo juvenil y la "fuga de cerebros" demuestran la urgente necesidad de nuevas oportunidades de participación y desarrollo. Gradido abre nuevas vías al proporcionar a todo el mundo unos ingresos básicos regulares por contribuciones significativas a la comunidad, independientemente de su origen, estatus o red. Esto puede devolver la esperanza, especialmente a los jóvenes y a los retornados. En las regiones agrícolas y rurales, los proyectos comunitarios de Gradido pueden generar renovación y participación.
Combinar innovación y tradición
Grecia tiene una sólida tradición de monedas alternativas, solidaridad cívica y estructuras cooperativas, a pesar de todos los obstáculos normativos. Gradido puede aprovechar esta experiencia y combinar la digitalización, los procesos participativos de toma de decisiones y la transparencia. Esto permite reforzar la resiliencia regional y construir ciclos económicos y sociales locales innovadores.
Superar la fragmentación y la desconfianza
Uno de los mayores retos es la fragmentación política y social y la profunda desconfianza en las instituciones. Gradido lo contrarresta centrándose en la descentralización y la participación genuina: cada persona, cada comunidad y cada región pueden formar parte del proceso de cambio. Los procesos transparentes, la codeterminación y la apreciación visible de las contribuciones individuales ayudan a crear una nueva confianza social.
Relación con las tendencias internacionales y los objetivos de la UE
El enfoque en los ODS, la innovación social y la economía circular también hace que Gradido sea adecuado para socios internacionales como la UE, las ONG y los agentes de la cooperación al desarrollo. De este modo, se podría iniciar la promoción, la experiencia y las asociaciones para acompañar a Grecia en su camino para convertirse en una región pionera de la economía para el bien común.
Conclusión desde el punto de vista de Gradido:
La "calidad del tiempo" en Grecia parece estar madura para innovaciones valientes y comunitarias como las que propone Gradido. Los requisitos previos -dignidad humana, comunidad, proyectos piloto innovadores, solidaridad experimentada en situaciones de crisis- están ahí. Los próximos pasos podrían ser
- proyectos piloto en regiones rurales, comunidades insulares o cooperativas existentes,
- Visualización y valoración de las contribuciones informales al bien común,
- Asociaciones educativas para desarrollar las competencias digitales y reforzar la inclusión,
- diálogos cautelosos con responsables políticos, de la sociedad civil y del mundo empresarial,
- creación de redes internacionales, por ejemplo con los retornados y la diáspora, que aportan perspectivas innovadoras.
.
De este modo, Grecia puede convertirse gradualmente, sobre la base de sus fortalezas culturales y a pesar de los retos estructurales, en pionera de una nueva y vibrante economía en el espíritu de la vida, apoyada en la comunidad, la regionalidad y la solidaridad global.