Evaluación suplementaria desde la perspectiva de Gradido

España y Gradido: oportunidades para un futuro sostenible y respetuoso con la vida

España se enfrenta a muchos retos, pero al mismo tiempo cuenta con una riqueza incalculable de recursos sociales, culturales y estructurales sobre los que puede apoyarse un modelo económico como Gradido, orientado al bien común.

Fuerte red social y solidaridad mutua

Las profundas raíces de las tradiciones familiares, vecinales y comunales ("vecindad") forman el humus perfecto para los principios del dinero de la gratitud. Gradido puede por fin hacer que estos actos de solidaridad, a menudo informales, sean socialmente visibles, valiosos y mensurables. En particular, el compromiso voluntario y el trabajo asistencial, que suelen permanecer ocultos, recibirían el reconocimiento que merecen gracias a Gradido.

Potencial de innovación y afinidad digital demostrados

España está mostrando una gran apertura a soluciones digitales, nuevos métodos de pago y modelos alternativos de colaboración, especialmente entre los más jóvenes. La gran aceptación de herramientas como Bizum o de monedas locales experimentales (como REC en Barcelona) abre unas condiciones ideales para establecer Gradido como moneda complementaria digital y participativa. El sistema federal del país, orientado hacia la autonomía y la diversidad regional, también permite proyectos piloto personalizados que pueden crecer paso a paso a partir de experiencias locales enmarcadas.

Economía social, cooperativas y diversidad

Con sus eficientes cooperativas, empresas sociales y redes sociales, España cuenta con un terreno fértil para la introducción de Gradido. Son precisamente estos actores los que podrían ser los pioneros de una nueva cultura económica y social que replantee la prosperidad de una forma nueva y holística: para las personas y el medio ambiente.

Superar la desigualdad y la pobreza

La gran brecha social entre ricos y pobres, el alto riesgo de pobreza infantil y familiar y la precariedad de muchas trayectorias vitales hacen que una transformación como Gradido, orientada al bien común, sea tan urgente como sensata. Gradido defiende la participación justa y la implicación genuina de todas las personas en la creación de valor, independientemente de su origen, ingresos o estatus. Aquí serían posibles nuevas oportunidades y una auténtica valoración, especialmente para los jóvenes, los inmigrantes y los grupos anteriormente desfavorecidos.

Sostenibilidad y zonas rurales

Gradido también ofrece grandes oportunidades en el ámbito de la agricultura y el desarrollo regional para combinar los conocimientos tradicionales de las regiones con planteamientos sostenibles innovadores. Los ciclos económicos cortos, las cooperativas, la agricultura solidaria o los proyectos energéticos comunitarios no sólo pueden fortalecer el campo, sino también tender puentes entre la ciudad y el campo, los jóvenes y los mayores, la tradición y la innovación.

Oportunidades a través de redes internacionales

Como país puente entre Europa, América Latina y la región mediterránea, España -inspirada por Gradido- puede convertirse en un modelo mundial: Por una economía en beneficio de todos, por la paz, la prosperidad y la libertad en solidaridad global.

Conclusión:

Desde el punto de vista de Gradido, España está preparada para una "suave revolución de la convivencia" que parta de lo ya probado y abra nuevos caminos para el bien común, la gratitud y la participación. Las condiciones son más favorables que en muchos otros países: Sólo hace falta valor, confianza y voluntad de dar el primer paso.

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